La asamblea: un espacio de conexión y escucha.
- eltallerdetodoscdp
- 18 ene 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2021

¡Estamos de regreso! El equipo del taller de todos desea que hayas tenido momentos reconfortantes que te motiven a enfrentar la situación en la que nos encontramos. Te mandamos un abrazo y mucha fuerza para seguir caminando.
Continuando con lo que nos inspira, en nuestra primer entrada del 2021, escribiremos sobre la importancia que hay en que los niños sean realmente escuchados. Como seres sociales todos entablamos relaciones en el día a día. Como adultos conocemos distintas formas de relacionarnos e incluso nuestro comportamiento puede cambiar dependiendo la situación, persona, o lugar. Estas elecciones son pautas de comportamiento que aprendimos dentro de cada uno de los entornos en los que estamos y estuvimos involucrados.
Seguramente muchas veces hemos pensado que estos comportamientos sociales los aprendemos de manera “espontánea” o que es algo con lo que nacemos. Quizás, este tipo de pensamiento nos limita a creer que el desarrollo del lenguaje y otras habilidades solo se adquieren desde la espontaneidad, dejando de lado la importancia de fomentar, motivar, y guiar desde los primeros años de vida. Por ejemplo, al hacer una pausa y trabajar en el reconocimiento, la libertad de expresión, y la escucha de las infancias, podemos encontrar muchísima riqueza. Nos daremos cuenta también que los niños y niñas quieren expresar sus pensamientos, ya que es a través de estos que comienzan a conocer el mundo. Sería importante que como adultos que acompañan reflexionemos sobre si realmente estamos escuchando a las infancias que nos rodean, y de qué manera lo estamos haciendo.
Desde la pedagogía de la escucha, término descrito por Rinaldi (2011), se menciona que escuchar a los niños y niñas significa creer en sus potencialidades. Estar atentos a cómo teorizan, hablan, piensan, o desean puede generar en ellos un sentido de pertenencia y reconocimiento dentro del lugar en el que se están desenvolviendo, convirtiéndose en miembros activos y participativos dentro de la sociedad.
Como profesionales trabajando con y para la Primera Infancia, nos encontramos con una sociedad que muchas veces invisibiliza a los niños y niñas, dejando de lado que son sujetos de derecho dentro de nuestras comunidades. Por lo tanto, también son sujetos democráticos capaces de construir sus relaciones, su aprendizaje, y por su puesto con capacidad de expresar sus gustos, intereses y necesidades.
Trabajar en esta visión como adultos nos permitirá conocer las conexiones que el niño y la niña va estableciendo entre la realidad y sus procesos mentales. Es desde ese momento que podemos comprender de qué manera los podemos apoyar, guiar, acompañar e inclusive motivar. Entrenar y practicar una escucha libre de juicios, que involucre los cinco sentidos, que esté disponible; una escucha real con la que podamos entender los símbolos y códigos de comunicación de las personas que nos rodean, se hace fundamental para re-significar nuestro papel como guías de niñas y niños durante su primera infancia.
Convertir el aula en un ambiente de igualdad donde no solo los adultos (maestros o asistentes) tienen la palabra, dará al niño más seguridad y confianza en sí mismo. No habrá temor en expresar lo que le gustaría que se conociera, podrá mejorar relaciones sociales con sus compañeros, generará en ellos sentimientos de apoyo mutuo, y construirá relaciones recíprocas en todo sentido. Se fomentará el diálogo, la reflexión, e inclusive el debate, lo cual los podría retar a poner a prueba sus ideas en un plano real, luchando por entender al mundo que lo rodea.
Asambleas
Como agentes educativos podemos ir creando pequeños espacios y momentos en el aula para que los niños puedan hablar de diferentes temas. Como respuesta a esta necesidad surgen “las asambleas”, término acuñado en la pedagogía de Freinet quien veía en ellas la posibilidad de autogestión democrática.
Una asamblea no se limita únicamente a dar la bienvenida a clases o la despedida. En una asamblea existen diversidad de temas, algunas veces son escogidos por los niños y niñas, y otras veces pueden ser guiadas por los adultos o los proyectos de interés del grupo. Te invitamos a experimentar un cambio de perspectiva, creando espacios donde se escuchan y valoran todas las voces. Te invitamos a analizar y sintetizar lo que surja de las asambleas para pensar en planificaciones hechas por y para ellos, esto podría traer consigo múltiples beneficios. En las escuelas con inspiración reggiana, las asambleas se traducen en un lugar de encuentro para todos y todas. Un espacio donde hay resolución de conflictos, negociación, acuerdos, autonomía moral y debate. Los temas son puestos sobre la “mesa” por los mismos niños y niñas, quienes son partícipes activos del ambiente que se gesta dentro de sus aulas. Ellos y ellas proponen, deciden, buscan acuerdos, y conversan generando así un ambiente de diálogo.
Tal vez todo lo escrito pueda generar diversas dudas, o inclusive podría parecer fantasía. Está en nuestras manos reconocer que el lenguaje oral no es la única manera de comunicación. La escucha es una herramienta fundamental para poder gestar la práctica, y por supuesto será importante lograr abrazar la idea de que los niños y niñas tienen muchas cosas valiosas para comunicar.
Conocer sobre este tema podría generar en nosotros actitudes distintas que nos ayuden a colocar nuestro granito de arena, comenzar un pequeño cambio. Intentar y no obtener el resultado deseado es parte de la vida misma. Todo nuevo aprendizaje, reto o intento requiere de mucha perseverancia y tolerancia así que no está demás que comiences a generar acciones pequeñas en el día a día. Para ello te daremos algunas recomendaciones:
Si es el caso, presta atención a su lenguaje no verbal (balbuceos, conductas, gestos , miradas, etc.)
No pongas un tiempo determinado a la conversación que un niño o niña inicia.
Escucha y valida cuando emocionados te están contando algo.
Atiende cuando acude a ti porque quiere mostrarte algo que le impresione del mundo que quizás tú ya conoces, pero él o ella apenas está conociendo.
Baja tu nivel, míralos de frente y dales la atención que en ese momento están demandado.
Escucha sus necesidades o deseos y juntos lleguen a soluciones que a ambos les parezcan pertinentes.
Recuerda que si tú lo escuchas él también aprenderá a escuchar.
Esperando que esta entrada del blog haya resonado en ti y haya sido grata su lectura, por hoy nos despedimos. Si existe alguna pregunta, comentario o aportación no dudes en contactarnos por este medio o por nuestras redes sociales.
¡Lindo inicio de semana!
REFERENCIAS
Rodriguez Bejarano L. M. Rodriguez Rodriguez K., Santamarpia Beltran A. (2014) “La asamblea como estrategia pedagógica que potencia la oralidad en niño y niñas en educación inicial , en el marco de una practica reflexiva con maestras egresadas de UPN. Facultad de educación Licenciatura en educación Infantil, Bogota. PP 130
Carlina Rinaldi. (2001). La pedagogía de la escucha: La perspectiva de la escucha desde Reggio.. Recuperado de http://www.bama.org.ar/sitio2014/sites/default/files/_archivos/merkaz/Jomer_on_line/rh_pedagogia_escucha.pdf.
Montfort Campos T. (2017) La Pedagogía de la escucha: un experimento Reggio Emilia. Secretaria de Educación Pública. Universidad pedagógica nacional.
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